Con esta mentalidad, empecé un máster en marketing digital. Y me contrataron para servir helados en la Yogurtería Smooy. Lo que me permitió ir pagando las cuotas.
Al cabo de unos meses, una amiga me pidió que la ayudara con el posicionamiento de su academia de yoga. Y como no tenía web, me embarqué en mi primera aventura con WordPress.
Y comencé a trabajar a tiempo parcial como responsable de marketing online de una inmobiliaria.
¿Lo mejor de esto último?
¡Que tampoco tenían web!
¿Lo peor?
¡Que era mi segunda página!
Y ya no para una amiga…
¿Resultado?
¡Positivo!
¡Aunque en el camino haya roto la página más de una vez!
Más adelante, un poco más curtido, creé y gestioné la estrategia de marketing digital de la 1º pizzería de Málaga en Tripadvisor.
Donde llegamos a recibir más reservas por la página del restaurante que por la reconocida plataforma de reservas online de El Tenedor.
Aquí pude constatar la eficacia de un diseño web simple.
Más recientemente, he tenido el privilegio de colaborar junto con equipos de diversas disciplinas relacionadas con el diseño web.
Estudios de diseño UI y UX, empresas de marketing y agencias de desarrollo trabajando en conjunto para sacar adelante proyectos digitales de gran envergadura.
Yoigo, Liberty Seguros, Gananza, Tierra de Burritos… Son algunos de los clientes que pasaron por nuestras manos.
Una desafiante aventura que -además de robarme varios fines de semana, no te voy a mentir- me permitió desarrollar una visión más completa sobre lo que funciona, y lo que no, en la mayoría de sitios web.
En fin.
¡No me extiendo más!
Esta es un poco mi historia…
No valgo mucho para currar en el campo, pero algo he aprendido sobre páginas web.
Si necesitas que te ayude con la tuya empieza por aquí.